Como conclusión final, hemos
realizado un resumen de lo más importante que hemos aprendido sobre la lengua
china.
Los primeros en interesarse por
la gramática china tal como se entiende en Occidente y que hicieron el esfuerzo
de describirla de modo sistemático, fueron los misioneros europeos que llegaron
a China con fines proselitistas a partir del siglo XVI. Hasta fines del siglo
XIX no apareció el primer estudio gramatical de autoría china es la Gramática del señor Ma de Ma Jianzhong.
La lengua china estándar, conocida
como chino mandarín, es una lengua artificial hablada por 1300 millones de
chinos. Es la lengua materna –unos 800 millones de hablantes- más hablada en el
mundo. Impuesta durante la primera mitad del siglo XX, toma la modalidad
hablada en la zona de Beijing; sin embargo, anteriormente, las lenguas estándar
de China fueron aquellas que se hablaban en las diferentes capitales del país,
según la dinastía gobernante. Además de esta lengua estándar, en China existen
unos 1500 idiomas o variedades lingüísticas que se extienden por todo el
territorio. Las razones que explican la extrema variedad de geolectos y
dialectos chinos en la actualidad son los cuatro siglos de división política
que sucedieron a la caída de la dinastía Han, así como la interacción, a lo
largo de los siglos, de múltiples factores evolutivos.
La escritura del chino estándar
está compuesta por 55000 caracteres. Los primeros testimonios arqueológicos con
los que contamos, sitúan su aparición hacia el año 1700 a. n. e. en caparazones
de tortuga y huesos oraculares. A lo largo de su historia, han ido apareciendo
diferentes modelos de escritura pero, fue durante la implantación del
comunismo, cuando se simplificaron los caracteres y se creó un sistema latino –conocido
como pinyin- para facilitar la asociación de los sonidos a los caracteres.
Fonéticamente, es una lengua
tonal, compuesta de 21 sílabas iniciales, 36 sílabas finales y 13 vocales,
donde predominan los sonidos fricativos. La combinación de las 21 iniciales y
con las 36 finales da teóricamente unas 800 combinaciones posibles, aunque en
la práctica se limita a 400.
Morfológica y sintácticamente,
es una lengua aislante, caracteriza por la falta de casos gramaticales,
desinencias y concordancia; y, presenta en su conversación cotidiana más rasgos
del tipo SOV. Al ser una lengua aislante, las
palabras y caracteres no presentan variaciones en la forma, lo cual significa
que el chino carece de desinencias de género y consecuentemente en la lengua
china no existe el género como accidente gramatical, es decir, una palabra del
chino no tiene la capacidad de presentar variación formal para expresar las
relaciones sintagmáticas, así los sustantivos no se distinguen en masculinos y
femeninos ni tienen que concordar con los adjetivos y pronombres-, por lo que
muchos fenómenos del sexismo lingüístico que existen en español, no se dan en
esta lengua.
“Las
relaciones lingüísticas dentro de las naciones y entre ellas no deberían
concebirse en términos de jerarquía sino como redes, con traducciones que
permitan la transmisión de conocimiento e ideas entre lenguas... Pero no habrá
conocimiento para traducir ni ideas para transmitir si los intelectuales de
todas las lenguas no se comprometen a producir en esas lenguas”.
Ngugi
wa Thiong'o