Pocas
son las sociedades monolingües, ya que lo habitual es que de un mismo espacio
convivan personas de lenguas y culturas diferentes. Estos efectos se reflejan
especialmente en la lengua y cultura de las comunidades y sociedades
implicadas.
China
se trata del cuarto estado más grande en extensión territorial, así como en
densidad de población. Tiene una compleja política, pues se divide en: 23
provincias, cinco regiones autónomas, cuatro municipalidades (como Pekín 北京 o Shanghái 上海) y dos regiones (como Hong
Kong o Macao 澳門). Taiwán podría ser considerado el caso más
extremo de independencia, ya que goza de toda libertad independista.
España,
por otro lado, se constituye como un estado de autonomías, cada una de ellas
con diferentes niveles de autogobierno, aunque en ningún caso llegan al grade
de independencia de Hong Kong o Macao, que conservan su propio estado económico
y judicial, además de su propia moneda, bandera, etc.
La actual
constitución española reconoce la existencia de cinco lenguas oficiales
(castellano, gallego, vasco, catalán y aranés), de las cuales cuatro de ellas
pertenecen a la misma familia lingüística. El castellano es la única lengua
oficial común a todo el estado.
De las distintas variedades de
lengua china habladas hoy en día, a excepción del putonghua, tienen el
estatuto de dialecto, aunque tengan
mayor reconocimiento y vitalidad que, por ejemplo, las lenguas románicas.
En Hong Kong se mantiene el uso
del habla local, el cantonés, además del inglés. En Taiwán, aunque la mayoría
de la población es bilinguë, conviven en
una situación diglósica. En Shanghái, el shanghainés tiene gran vitalidad. El
puntonghua es la única lengua oficial común a todo el estado chino.
Sin
embargo, aunque en el español las lenguas de todas las minorías nacionales tienen
su punto de irradiación en el mismo estado, en el caso de China no siempre
sucede así, ya que algunas minurías autóctonas hablan la lengua de un país
vecino, como los coreanos, kazajos o kirguiz.
Chino y español no solo son lenguas oficiales en sus respectivos
estados, China y España, sino que también lo son de Singapur y multitud de
países latinoamericanos, respectivamente.